martes, diciembre 30, 2014

An enormous imitating machine


In the science of man and culture today there is a unilateral swerve away from anything that could be called mimicry, imitation or mimesis. And yet there is nothing, or next to nothing, in human behavior that is not learned, and al learning is based on imitation. If human beings suddenly ceased imitating, all forms of culture would vanish. Neurologists remind us frequently that the  human brain is an enormous imitating machine. To develop a science of man it is necessary to compare  human imitation with animal mimicry, and to specify the properly human modalities of mimetic behavior, if they indeed exist.

René Girard, Things Hidden since the Foundation of the World.

lunes, diciembre 29, 2014

Shamán blanco con calzoncillos de nylon


Escribir es dibujar mi mandala y a la vez recorrerlo,
inventar una purificación purificándose;
tarea de pobre shamán blanco con calzoncillos de nylon.

Rayuela, Capítulo 82
Julio Cortázar

jueves, julio 10, 2014

Philosophers should not be specialists



Even the analysis of science—the ‘philosophy of science’—is threatening to become a fashion, a specialism. Yet philosophers should not be specialists. For myself, I am interested in science and in philosophy only because I want to learn something about the riddle of the world in which we live, and the riddle of man’s knowledge of that world. And I believe that only a revival of interest in these riddles can save the sciences and philosophy from narrow specialization and from an obscurantist faith in the expert’s special skill, and in his personal knowledge and authority; a faith that so well fits our ‘post-rationalist’ and ‘post-critical’ age, proudly dedicated to the destruction of the tradition of rational philosophy, and of rational thought itself.

Karl Popper: The Logic of Scientific Discovery, 1958

sábado, mayo 24, 2014

La Alegría del Sabio


Cuando Alejandro iba avanzando por la India y arrasaba en su campaña pueblos que apenas sus propios vecinos conocían, durante el asedio de una ciudad, mientras recorría las murallas para descubrir los puntos más débiles de la fortificación, herido por una flecha se obstinó, no obstante, en cabalgar para conseguir su objetivo. 
Cuando después, cortada la sangre y seca la herida, crecía el dolor y se le hinchaba la pierna y se entumecía colgando sobre el caballo, obligado a detenerse, dijo:
"Todos juran que soy hijo de Júpiter, pero esta herida me recuerda que soy un mortal".
Hagamos lo mismo nosotros. La adulación nos hace fatuos, cada uno dentro de su esfera. Digamos, pues:
"Ustedes dicen que soy prudente, pero veo cuántas cosas vanas ambiciono, y cuántas que me serán perjudiciales deseo. Ni siquiera entiendo aquello que enseña a los animales la saciedad, esto es, la medida que han de tener al comer y beber: aún ignoro mi capacidad".
Ahora te enseñaré a reconocer que no eres sabio. El sabio es el hombre lleno de alegría, sonriente, sereno e inmutable; él vive al mismo nivel que los dioses. Ahora, examínate tú mismo. Si nunca estás triste, si ninguna esperanza angustia tu alma con la expectación del futuro, si el tono de tu alma elevada y contenta de ella misma se mantiene igual noche y día, has llegado a la cima del bienestar humano. Pero si deseas los placeres, si los buscas todos y en todas partes, sabe que te falta tanto en sabiduría como en alegría. 
Deseas llegar, pero te equivocas, si esperas conseguirlo entre las riquezas, entre los honores, es decir, si buscas la alegría entre los afanes. Estas cosas por las cuales te esfuerzas, esperando la alegría y el placer, son causas del dolor. 
Todos tienden ciertamente al gozo, pero ignoran donde se consigue el gozo pleno y duradero: uno lo busca en los festines y el desenfreno, el otro en la ambición y en la multitud de clientes que le rodea, el otro en la amante, el otro en la vana ostentación de los estudios liberales y de las letras que no protegen de nada. A todos estos los seducen diversiones falaces y efímeras, como la embriaguez, que paga con largo tiempo de tedio la loca alegría de una hora, como los aplausos y las aclamaciones del favor popular, con tan grandes angustias compradas y expiadas.
Reflexiona, pues, que el efecto de la sabiduría es una alegría siempre igual. El alma del sabio es como el cielo que está sobre la luna: allí reina siempre la serenidad.
Aquí tienes, pues, un motivo para desear la sabiduría: que al sabio no le falta ni un solo instante la alegría. Esta alegría no nace sino de la consciencia de las virtudes propias: solo el fuerte puede estar alegre, solo el justo, solo el temperante.
¿Qué, dices, los necios y los malos no disfrutan? No más que los leones que han cogido su presa. Cuando se han fatigado con vino y orgías, cuando ya la noche se les acaba el pleno de la diversión, cuando ya los placeres, metidos en el cuerpo con más cantidad de la que cabe en su pobreza, les comienzan a supurar, entonces los malditos se exclaman como aquél verso de Virgilio: 
"Cómo pasamos la última noche en medio de falsos goces, ya lo sabes."
(Hablaba de la última noche antes del saqueo de Troya) Los libertinos pasan cada noche en medio de falsos goces como si fuera la última; pero la alegría que corresponde a los dioses y a sus seguidores, no se interrumpe ni se acaba. Terminaría si fuese externa. Puesto que no depende del favor ajeno, tampoco depende del antojo ajeno. La fortuna no arrebata lo que no otorga.

Séneca: Cartas a Lucilio (Carta LIX).

sábado, abril 19, 2014

Dejar de ser mono


El espíritu de investigación no tiene límites. En los Estados Unidos y en Europa han descubierto a últimas fechas que existe una especie de monos hispanoamericanos capaces de expresarse por escrito, réplicas quizá del mono diligente que a fuerza de teclear una máquina termina por escribir de nuevo, azarosamente, los sonetos de Shakespeare. Tal cosa, como es natural, llena estas buenas gentes de asombro, y no falta quien traduzca nuestros libros, ni, mucho menos, ociosos que los compren, como antes compraban las cabecitas reducidas de los jíbaros. Hace más de cuatro siglos que fray Bartolomé de las Casas pudo convencer a los europeos de que éramos humanos y de que teníamos un alma porque nos reíamos; ahora quieren convencerse de lo mismo porque escribimos.

Augusto Monterroso

domingo, febrero 09, 2014

LHC: Literary Human Collider


Si las matemáticas son el lenguaje del universo, las letras, la literatura es el lenguaje del hombre, y su estudio, por lo tanto, es el estudio del ser humano. Escondido en el fondo de infinitos volúmenes yace el secreto de quiénes somos. Y nosotros hacemos colisionar frases y palabras, una y otra vez, para obtener los componentes fundamentales y descifrar sus orígenes, predecir sus trayectorias, y aprehender las fuerzas que nos separan o nos mantienen unidos. Nuestro método es simple, pero eficaz.

domingo, febrero 02, 2014

Vida y muerte


... el contacto prematuro y repetido con la muerte conduce a una mentalidad especial que nos hace sensibilizar ante la dureza y la crueldad de la vida ordinaria; y, digámoslo claro: también su cinismo.

... la única manera sana y noble, es más, la única manera sensata y religiosa de contemplar la muerte es considerarla y sentirla como parte integrante, como la sagrada condición sine qua non de la vida, y no separarla de ella mediante alguna entelequia, no verla como su antítesis y, menos aún, tratar de resistirse de manera antinatural, pues eso sería justo lo contrario de lo sano, noble, sensato y religioso. Los antiguos decoraban sus sarcófagos con símbolos de la vida y la fecundidad, incluso con símbolos obscenos. Según el concepto de religiosidad de los antiguos, lo sagrado y lo obsceno con frecuencia se daban la mano. Aquellos hombres sabían honrar la muerte. Mire, la muerte es digna de honores en tanto es la cuna de la vida, el seno materno de la renovación. Sin embargo, vista como la antítesis de la vida y separada de ella se convierte en un fantasma, en una máscara horrenda o en algo peor todavía. Porque la muerte entendida como fuerza espiritual independiente es una fuerza enteramente depravada; cuya perversa seducción sin duda es sinónimo del más espantoso extravío del espíritu humano.

Thomas Mann: La montaña mágica.

miércoles, enero 29, 2014

A Gelman


Cuando abrí uno de sus libros por vez primera
salieron pajaritos de dolor volando alegres /piando
cagándose sobre las revoluciones
pueblos de mujeres disfrazados de una sola
mujeres solas locas iracundas 
rabiosas de tanto amor que les daban
que nunca será tanto como el amor que ellas dieron

A veces por las noches desde el librero
a veces sobre la cama o por debajo de las
cobijas cuando leía hasta caer dormido
los pajaritos piaban
se quedaban cantando toda la noche
desde los sueños que habremos de tener cuando alcancemos a Juan
cuando nos tienda la mano para decirnos con su vocecita de trino
que todo esta bien
que nos ha estado esperando
que acá ya no hay más poetas /que uno es la poesía 
que se escribe a sí misma a través de Juan
que nunca dejó de buscarnos
desde que nos supo nacidos en el cautiverio 
contra el que se lanzó de cabeza con las letras por delante

Ahora el gran cielo de la poesía incluye también a Juan
porque Juan era sólo un nombre que dimos a alguno de esos pajaritos
y Juan era toda la parvada también /y más
ahora es el aire que les empuja las alas
el alpiste con el que han de cagarse sobre la muerte sobre las revoluciones
En el libro de la belleza hay un nuevo poema:
"Lamento por Juan Gelman"
Juan debe andar por allí revoloteando sobre la plaza de su pueblo
alejándose de la locura
escapándosele a la muerte
acercándose a la soledad para destrozarla con sus alitas
que soplan vientos para que las alas de la poesía vuelen

y que se alejan cantando
   en hombros de todos los ruiseñores

DGG

sábado, enero 25, 2014

Beauty


And then they say "oh, it's beautiful over there, isn't it?", and you say "yes, it is", and what everybody thinks but doesn't say is "then how come you are not there?". And you think -you try to convince yourself- that it's because you want more. You want different. And as human beings we are doomed to always want some more. We are doomed to desire. Beauty is just not enough.

But then one day you try to find beauty, and all there is this: cities, streets, your dog barking at 6 a.m., your mother's hands, the smell of your hair, an egg sandwich, a carton of milk. That's all there is, and it is not enough. And it isn't because you are looking in the wrong place. You are looking with the wrong eyes. You are asking the wrong questions. You are failing to see that all there is is this. All there is, just is.

And it is beautiful.

viernes, enero 10, 2014

Obey


Whoever has formed the habit of passive obedience ends by being no longer able to act for himself and comes to love the yoke that is laid upon him. Nothing is easier than to obey a master who is perhaps exacting, but who rules over all the details of life, assures one's daily bread, and makes it possible to banish all concern from the mind. 

Louis Baudin