jueves, diciembre 16, 2010

La realidad de los sueños


- How can anyone learn patriotism from a school book?

- The Government requires it. The natives get used to it like vaccination. The children already feel like Peruvians. The other day I asked them "Are you Indians?", "No", they said, "not us, the ones up the river are". Then I asked, "What are Indians?" They said, "Indians are people who can't read and who don't know how to wash their clothes."

- And what do the older people say?

- Well... We can't seem to cure them of the idea... that our everyday life is only an illusion... behind which lies the reality of dreams.

De Fitzcarraldo, de Werner Herzog

miércoles, diciembre 08, 2010

30 años


I’m not claiming divinity. I’ve never claimed purity of soul. I’ve never claimed to have the answers to life. I only put out songs and answer questions as honestly as I can ... But I still believe in peace, love and understanding.

John Lennon

viernes, diciembre 03, 2010

Que me caiga un rayo


Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige, a Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto.

Rayuela, Cap. 93

jueves, octubre 07, 2010

Ángeles o demonios


Una flotilla de aviones caza de los Ángeles Azules sobrevuela el Golden Gate una tarde soleada en San Francisco. Atrás pasa en formación un batallón de gaviotas haciendo acrobacias. Quién imita a quién no es claro. Quién domina mejor el aire sí. El estruendo de los jets es asombroso y sobrecogedor; el espectáculo que ofrecen difícilmente equiparable.
De niño quería ser piloto. Ahora de mi siempre inquisitiva imaginación, que desde entonces me acompaña, no puedo excluir la sombra de esas máquinas de destrucción masiva rugiendo, escupiendo fuego y odio y todo aquello por y para lo cual fueron ideadas, y cómo aquel sonido ensordecedor, como las palabras, como todo, puede causar emoción o terror, significar diversión o muerte, dependiendo del contexto o la situación.
Todos hemos soñado alguna vez que volamos, y justamente volando les llegan las peores pesadillas a algunos.

sábado, agosto 21, 2010

Más allá del bien y del mal


Creo que vos caéis en el error frecuente de quienes limitan el mundo espiritual a las regiones del bien supremo. Los seres extremadamente perversos forman también parte del mundo espiritual. El hombre vulgar, carnal y sensual, no será jamás un gran santo. Ni un gran pecador. En nuestra mayoría, somos simplemente criaturas de barro cotidiano, sin comprender el significado profundo de las cosas, y por esto el bien y el mal son en nosotros idénticos: de ocasión, sin importancia.
Los grandes, tanto en el bien como en el mal, son los que abandonan las copias imperfectas y se dirigen a los originales perfectos. Para mí, no existe la menor duda: los más excelsos, entre los santos, jamás hicieron una «buena acción», en el sentido corriente de la palabra. Por el contrario, existen hombres que han descendido hasta el fondo de los abismos del mal, y que, en toda su vida, no han cometido jamás lo que vosotros llamáis una «mala acción».

Arthur Machen

jueves, mayo 27, 2010

Ruiseñores de nuevo



Tomado de: El Gato Utópico


en el gran cielo de la poesía/mejor dicho/
en la tierra o mundo de la poesía que incluye cielos/astros/
         dioses/mortales
está cantando el ruiseñor de keats/siempre
pasa rimbaud empuñando sus 17 años como la llama de amor
         viva de san juan

a la teresa se le dobla el dolor y su caballo triza
el polvo enamorado de francisco de quevedo y villegas/
el dulce garcilaso arde en los infiernos de john donne/
de césar vallejo caen caminos para que los pies de la poesía
         caminen/

pies que pisan callados como un burrito andino/
baudelaire baja un albatros de su reino celeste/
con el frac del albatros mallarmé va a la fiesta de la nada
         posible/
suena el violín de verlaine en la fiesta de la nada posible/
         recuerda

que la sangre es posible en medio de la nada/
que girondo liublimará perrinunca lamora/y
girarán los barquitos de tuñón
contra el metal de espanto que obusó a apollinaire/

oh lou que desamaste la eternidad de viaje/
el palacio del exceso donde entró la sabiduría de blake/
el paco urondo que forraba en lamé la felicidad
para evitarles fríos de la época/

roque dalton que trepaba por el palo mayor de su alma y
         gritaba "Revolución"
y veía la Revolución y la Revolución era la sola tierra firme
         que veía
y javier heraud que fue a parar tiernísimo a la selva/
y abrió la selva de la boca con su torrente claro/

y el padre darío que a los yanquis dijo no/
como sandino dijo no/
y el frente amplio de la poesía y de la guerra les volvió a decir
         no/
y nicaragua brilla en su ejercicio de amar/

martí yendo viniendo por el aire con los muertos queridos
que vio volar como una rosa blanca/
¿no ves volar a mis compañeros por el aire ochenta años
         después?/
¿estás despierto para que sigamos diciendo no?/

¿los muertos se ponen pálidos como magdalena cuando
         amasaba
sus panes con más lágrimas que harina?/¿hasta que venga el día?/
¿día en que toda américa latina subirá lentamente?/
¿amorosamente?/¿navegando como hacen mis planetas del
         sur?/

ahora canta el ruiseñor del griego al fondo de los siglos/
pasa walt whitman con el ruiseñor al hombro cantando en
         paumanok/
pasa el comandante guevara a hombros del ruiseñor/
pasa el ruiseñor que se alejó de la vida callado como burrito
         andino

en representación de los que caen por la vida/
pasa la luna de rosados dedos/
pasa safo abrigando al ruiseñor
que canta/canta/canta


Juan Gelman

lunes, mayo 24, 2010

La verdad acerca de los perros y gatos


Si en los países ricos se tiene en tanta estima al bienestar de los animales, no es porque en esos lugares la gente sea más consciente del sufrimiento de los seres, sino porque ahí, secretamente (a voces), el hombre se desprecia a sí mismo y a su semejante, y ve en aquellas criaturas reflejada la paz, la armonía y sinceridad que ha perdido, que ha cambiado, que ha vendido.
Así pues, el auto denominado hombre moderno, civilizado, se manifiesta a favor de los derechos animales y en contra de su explotación, al mismo tiempo que coarta los derechos de sus semejantes y los reduce a utensilios, simples engranajes intercambiables de la gran maquinaria del mercado. Pero de ésto no se queja, por ésto no protesta sino lo justifica a través de las falsas promesas de bienestar y progreso.

En los países pobres, en cambio, un perro sigue siendo un perro, y un gato es sólo un gato. La vaca, el pollo, no son meros ingredientes. Se les respeta en tanto que su sacrificio significa la continuidad de la vida. Y ahí justamente, aunque cada vez menos, la vida de un hombre sigue siendo el bien más preciado, por ser, casi siempre, el único.


martes, abril 20, 2010

El pastel de zanahoria lo explica todo: de las descargas ilegales a la verdadera naturaleza humana


Llevé pastel de zanahoria a la oficina para compartir. Es una práctica común por estos lugares, llevar cosas que te gustan, cosas que tú hiciste o cosas típicas del lugar de donde vienes.

Al final del día, practicamente nadie le había hecho caso a mi pastel. A decir verdad, estaba un poco desilusionado. Era la última vez que llevaba algo a la oficina para compartir, pensé.

Lo comenté con alguien que, a propósito, me contó la fabulosa historia de un vendedor de desperdicios, quien ante la pregunta de por qué cobraba lo que vendía si sabía que era sólo basura, respondía: por que si lo das gratis piensan que no es bueno, y nadie lo quiere.

Recordé y compartí (gratis, pero a cambio de otra historia) un relato acerca de mi madre, médico de profesión, que atendía a pacientes de escasos recursos económicos cobrándoles lo que pudieran pagar, por muy poco que fuera, casi un pago simbólico. Y ella decía también que, de otro modo, esas personas no valorarían lo que se hacía por ellas y lo darían por caridad, en el sentido deplorable que hoy en día se le da a tal concepto: las sobras.

Mientras meditaba sobre todas estas ideas, y esperaba a que mi mente las procesara, decidí descargar, de manera ilegal, un par de temas musicales, para hacer más llevadera la espera (uno nunca sabe cuánto pueden tardar las ideas en procesarse, menos en una mente tan divagadora como la mía).

Casi a la mitad de la descarga, pensé que muchas cosas como esos temas musicales tienen un precio, pero ¿para qué pagar lo que puedes obtener gratuitamente?

Recordé otra ocasión en la que un ex-compañero de trabajo intentaba justificar la compra de un sistema de cómputo que costaba literalmente millones. Sin embargo la solución que proveía podía fácilmente implementarse utilizando alternativas gratuitas o de bajo costo. Su principal argumento era: si cuesta tanto, debe ser bueno. Y la verdad es que era sólo tan bueno como cualquier otra solución estándar, por no decir mediocre.

Al final, y gracias a la letra de uno de mis temas musicales recién e ilegalmente descargados que hablaba de amor y desamor, de dar y recibir, de quitar y de perder, extrapolé por analogía del dominio del amor al dominio de los bienes materiales: si te lo dan gratis, no lo quieres, si te lo cobran, no lo quieres pagar. Así todo. Desde las deficientes implementaciones del socialismo a través de la historia hasta el capitalismo más liberal. De la salud y educación públicas a las élites excluyentes y segregadoras de la privatización. De los pasteles de zanahoria para tus compañeros de trabajo a las descargas de música ilegales. La lista es prácticamente interminable.

Llegué a la conclusión de que la verdadera causa de ésto tiene sus raíces profundamente arraigadas en lo que otros llaman la condición o naturaleza humana.

La contradicción humana.

martes, abril 06, 2010

La era de la información


En una cultura no escrita, la memoria humana es de la máxima importancia, como pasa con los proverbios, refranes y canciones que contienen la sabiduría oral acumulada de siglos. Por eso el rey Salomón fue considerado como el más sabio de todos los hombres. En Reyes I nos cuentan que sabía hasta 3000 proverbios. Pero en la cultura escrita, estas hazañas de la memoria son consideradas una pérdida de tiempo, y los proverbios son simplemente fantasías irrelevantes. La persona de la era de la imprenta tiene el hábito de la organización lógica y el análisis sistemático, no escribe proverbios. La persona de la era del telégrafo valora la velocidad, no la introspección. La persona de la era televisiva valora la inmediatez, no los hechos históricos. La persona de la era de los ordenadores, ¿qué podemos decir de ella? Quizás podamos decir que la persona de la era de las computadoras valora la información, no el conocimiento, ciertamente no la sabiduría. De hecho, en la era de las computadoras, el concepto de sabiduría puede que no tarde en desaparecer por completo.

Neil Postman: Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico

miércoles, marzo 24, 2010

Poeta


Ahora soy poeta y busco lo extraordinario para decirlo con palabras comunes.

Roberto Bolaño

viernes, marzo 19, 2010

El Profeta del Nopal



Era un gran rancho electrónico
con nopales automáticos
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón

Era un gran pueblo magnético
con Marías ciclotrónicas
tragafuegos supersónicos
y su campesino sideral

Era un gran tiempo de híbridos
era Medusa anacrónica
una rana con sinfónica
en la campechana mental

Era un gran sabio rupéstrico
del universo doméstico
pitecantropus atómico
era líder universal

Había frijoles poéticos
y también garbanzos matemáticos
en los puebos esqueléticos
con sus guías de pedernal

Era un gran tiempo de híbridos
de salvajes y científicos
panzones que estaban tísicos
en la campechana mental
en la vil penetración cultural
en el agandalle transnacional
en el oportunismo norteño-imperial
en la desfachatez empresarial
en el despiporre intelectual
en la vulgar falta de identidad


Rockdrigo: Rancho Electrónico

martes, enero 26, 2010

Una historia de horror


HERMANA

¡Dice eso porque vivimos en una época horrible!

RÉMI

Ah, no especialmente horrible; no, no, para nada.

Contrariamente a lo que piensa la gente, el siglo XX no fué particularmente sanguinario.

Las guerras dejaron 100 millones de muertos. Es una cifra generalmente aceptada.

Añada 10 millones de los goulag rusos. Los campos chinos, probablemente nunca lo sabremos, pero digamos 20 millones.

Bien, eso hace 130-135 millones de muertos; no es muy impresionante.

Si pensamos que en el siglo XVI los españoles y los portugueses se las arreglaron, sin cámaras de gas ni bombas, a hacer desaparecer 150 millones de indígenas de América Latina.

¡Eso sí que es trabajo, Hermana! ¡150 millones de personas con hacha!

Usted me dirá que tenían el apoyo de la Iglesia, pero... Es al fin y al cabo un gran trabajo, ¿no?

A tal punto que en América del Norte, los holandeses, los ingleses, los franceses y eventualmente los americanos se sintieron inspirados y degollaron, a su vez, 50 millones.

¡200 millones de muertos en total!

La más grande masacre de la historia de la humanidad, sucedió aquí, a nuestro alrededor. Y ni siquiera el más pequeño museo del holocausto.

La historia de la humanidad, Hermana, es una historia de horror.

Les Invasions Barbares

jueves, enero 21, 2010

Máquinas inteligentes y el espectáculo del pensamiento


Si los hombres crean o imaginan máquinas inteligentes, es porque desesperan secretamente de su inteligencia, o porque sucumben bajo el peso de una inteligencia monstruosa e inútil: la exorcizan entonces con máquinas para poder burlarse y reírse de ella. Confiar esta inteligencia a unas máquinas nos libera de cualquier pretensión al saber, de la misma manera que confiar el poder a los políticos nos permite reírnos de cualquier pretensión al poder.

Si los hombres sueñan con máquinas originales y geniales, es porque desesperan de su originalidad, o porque prefieren desasirse de ella y gozarla por máquina interpuesta. Pues lo que ofrecen esas máquinas es el espectáculo del pensamiento, y los hombres, al manipularlas, se entregan al espectáculo del pensamiento más que al mismo pensamiento.

Jean Baudrillard