jueves, diciembre 16, 2010
La realidad de los sueños
miércoles, diciembre 08, 2010
30 años
viernes, diciembre 03, 2010
Que me caiga un rayo
jueves, octubre 07, 2010
Ángeles o demonios
sábado, agosto 21, 2010
Más allá del bien y del mal
Arthur Machen
jueves, mayo 27, 2010
Ruiseñores de nuevo
lunes, mayo 24, 2010
La verdad acerca de los perros y gatos
martes, abril 20, 2010
El pastel de zanahoria lo explica todo: de las descargas ilegales a la verdadera naturaleza humana
martes, abril 06, 2010
La era de la información
Neil Postman: Cinco cosas que necesitamos saber sobre el cambio tecnológico
miércoles, marzo 24, 2010
viernes, marzo 19, 2010
El Profeta del Nopal
Era un gran rancho electrónico
con nopales automáticos
con sus charros cibernéticos
y sarapes de neón
Era un gran pueblo magnético
con Marías ciclotrónicas
tragafuegos supersónicos
y su campesino sideral
Era un gran tiempo de híbridos
era Medusa anacrónica
una rana con sinfónica
en la campechana mental
Era un gran sabio rupéstrico
del universo doméstico
pitecantropus atómico
era líder universal
Había frijoles poéticos
y también garbanzos matemáticos
en los puebos esqueléticos
con sus guías de pedernal
Era un gran tiempo de híbridos
de salvajes y científicos
panzones que estaban tísicos
en la campechana mental
en la vil penetración cultural
en el agandalle transnacional
en el oportunismo norteño-imperial
en la desfachatez empresarial
en el despiporre intelectual
en la vulgar falta de identidad
Rockdrigo: Rancho Electrónico
martes, enero 26, 2010
Una historia de horror
jueves, enero 21, 2010
Máquinas inteligentes y el espectáculo del pensamiento
Si los hombres crean o imaginan máquinas inteligentes, es porque desesperan secretamente de su inteligencia, o porque sucumben bajo el peso de una inteligencia monstruosa e inútil: la exorcizan entonces con máquinas para poder burlarse y reírse de ella. Confiar esta inteligencia a unas máquinas nos libera de cualquier pretensión al saber, de la misma manera que confiar el poder a los políticos nos permite reírnos de cualquier pretensión al poder.
Si los hombres sueñan con máquinas originales y geniales, es porque desesperan de su originalidad, o porque prefieren desasirse de ella y gozarla por máquina interpuesta. Pues lo que ofrecen esas máquinas es el espectáculo del pensamiento, y los hombres, al manipularlas, se entregan al espectáculo del pensamiento más que al mismo pensamiento.
Jean Baudrillard